domingo, 25 de marzo de 2007

Cuando me tope a Gabo



Les cuento que no solo conocí a Bill Gates en mi viaje a Cartagena, Colombia. También conocí al famosos escritor y periodista colombiano, Gabriel García Márquez, el cual se lo se hizo merecedor del premio noble de literatura en Estocolmo en 1982, por su libro Cien Años de Soledad.

El día lunes 19 de marzo llego a un almuerzo en la SIP, ya que el se presento con los maestros de la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano, en donde Gabo, como lo llaman sus amigos y compatriotas, es el presidente de la fundación, y en donde se encuentran personajes de periodismo muy reconocidos como Tomás Eloy Martínez, Jon Lee Anderson, Jaime Abello, y Alejandro Aguirre, los cuáles dieron una cátedra sobre el periodismo literario en los diarios, como una nueva tendencia, debido a la incursión de la televisión y el Internet.

Gabo llegó el martes 20 de marzo, alrededor, de la una de la tarde, a un almuerzo que proporcionaba la SIP, como cierre de los seminarios y conferencias, desde que llego el famoso escritor colombiano la gente no lo dejaba en paz, casi ni lo dejaron comer. Sin embargo a pesar de su edad y cansancio que se le nota, al caminar y hablar, se comporto muy amable con todos los invitados y con todas las personas que se le acercaban hablar, aunque no era muy fácil, ya que había bastante gente y sobre todo policías.

Gabo ya no da tantos astrógrafos como antes, ya que se encuentra cansado y muy grande, y cuando esta en ánimos de darlos, solo lo hace en alguna de sus publicaciones o libros, ya que no da autógrafos en hojas en blanco, por que ha tenido mala experiencia en donde personas escriben algo por él, y utilizan su firma.

Creo que fue una bonita experiencia haber conocido a un personaje tan importante en la literatura latinoamericana, y creo que aunque se encuentre cansado es una persona muy lucida, y con una mente privilegiada.

1 comentario:

EL ENMASCARADO dijo...

De cualquier manera, el tener la oportunidad de estar en el entorno biomatico de ese excelente cuentacuentos es un privilegio... Yo lo vi en Cuba hace rato tambien, estaba mas pollon y hechaba humo como un tren.